No Te Preocupes, ¡Ocúpate!

 Lc. 21, 12-19: no te preocupes. Ocúpate!!!

1) persecución: esta esa persecución externa. De aquellos que no conocen de lo que es el amor de Dios. Los que no conocen lo que es vivir con Dios en el corazón. A ellos les molestamos, pero hay que amar al mundo apasionadamente. Es amar a nuestros enemigos, que lindo estudiar y leer de la Iglesia primitiva... "están en el mundo pero no son del mundo".

2) testimonio: son en los momentos duros donde surgieron grandes santos. Es en el punto difícil donde debemos testimoniar. Porque nosotros no seguimos una teoría o una idea. Seguimos a una persona que nos tocó en algún momento la vida y esa Vida nos cambió. Seguir a Cristo no es completar una planilla, seguir a Cristo no es marcar presentismo en la Iglesia 2 veces a la semana. Seguir a Cristo es estar con una persona viva que me ama.

3) La defensa: el Espíritu Santo nos da las capacidades para obrar y hablar según las circunstancia. Pero también implica de nosotros disponernos al Espíritu; esto es a través de la oración, es buscar ese momento de interior. Es abrir tu corazón para que tu espíritu obre en vos y desde vos en todos nosotros. Quien te conozca a Vos, descubra a Jesús.