Mons. Rossi: Si la familia camina bien, es posible que todos caminemos bien porque tenemos el corazón redimido por Dios

EcoTucumano, te cuenta algunos de los fragmentos de la “Homilía” del Obispo Rossi, en la misa central del 8 de diciembre en Concepción.

Mons. José María Rossi: Todos los seres humanos nacemos con el pecado original, solo ella nuestra madre “No”. Adán culpo a Eva y a Dios por hacerlo pecar, y Eva culpa a la serpiente, asegurando que ella la seduce para hacer lo que no tenía que hacer, de esta manera se establece una relación enferma en la familia, socaba la confianza entre Adán y Eva. Esta es la situación en la que queda la primera familia creada por Dios.

Esta familia encuentra el camino de la desgracia y encontraron la infelicidad, Dios no se conforma con esta situación y establece la enemistad entre la mujer y la serpiente, él (Jesús), te aplastara la cabeza, Dios quiere restaurar esta felicidad que le había regalado a Adán y Eva.

Jesús viene a hacerse cargo de nuestras culpas, él que no tenía culpas asume las nuestras para mostrar como es el corazón de Dios. Nosotros también hoy descubrimos que en cada uno de nuestros hogares el camino que debemos tomar es el que tomó Dios, no es el camino del que vos tenes la culpa, sino el camino de cómo hacer para ponernos de acuerdo juntos en nuestro hogar para ponernos a construir cómo es posible, que nuestra familia vuelva a ser un lugar de paz de felicidad en el amor y no en la desconfianza.

Si la familia camina bien, entonces es posible que todos caminemos bien, es posible que nuestra comunidad, nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestra parroquia, caminen bien porque podemos construir desde este corazón redimido, salvado, por el amor de Dios podremos reconstruir también nuestro propio Amor. 

Dios nos ha mostrado en María el camino de la felicidad, que es el camino de adherirnos al plan de Dios, les damos gracias a Dios porque nos ha mostrado en Jesús, cual es el camino de la  misericordia que es capaz de cargar el peso del hermano, para juntos poder construir la verdad y por lo tanto construir la felicidad.