Jn. 21, 20-25: el testimonio es verdadero.
1) Los celos: es algo que siempre aparece en nuestra madre Iglesia, como dirá una Señora amiga "no es lo mismo tener celo apostólico, que ser un apóstol celoso". Los celos nos pueden llevar a olvidarnos que somos servidores y misioneros. Cuantas veces les hacemos pasar mal a hermanos que tienen dones que Dios les regalo simplemente porque creemos o tememos que nos pueden superar.
2) El chusme: ya entre los apóstoles aparece está situación del lleva y trae, ese teléfono descompuesto que en este caso algunos creerán que Juan no morirá. Pero vemos la gran bola de nieve que puede convertirse ese simple comentario que haces. Por eso trata de morderte la lengua y se prudente en lo que hablas y en como decís las cosas. Hay momentos en que es preferible callar que hablar. Ya sabes que hay algunos que son muy habladores y lo que se habla en el acto lo llevan a todos los rincones.
3) El testimonio: hoy Jesús te recuerda que la relación con Él es personal y esto lleva a un encuentro íntimo con Él. Ese ese encuentro que te hace testigo vivo y alegre. Cercano y sencillo.