estuvo presente en el acto de los 202 años de la Independencia Argentina, que se realizó este sábado en Concepción. A continuación el discurso del
José Luis Calcagni: En 1816, los representantes que se reunieron en aquel Congreso de Tucumán, sabían que la libertad era el punto de partida para todo lo demás, era fundamental para obtener la Independencia.
Para entender a aquellos próceres, debemos saber de qué se querían independizar, pero, sobre todo, de qué cosas no estaban dispuestos a renunciar.
Para este análisis, es clave resaltar que Argentina no nació por casualidad, sino que ya poseía un pasado, una cultura, una raza, una religión, una lengua que nacieron en las raíces de la historia.
Jamás claudicarían a su cultura, a sus tradiciones y, memos, a su propia conciencia moral.
Ejemplo para las generaciones futuras, como estos alumnos, que llevan orgulloso la bandera de sus escuelas, instituciones y agrupaciones.
Todos estos principios, como oposición a los vicios, caprichos individuales, a lo material, a la soberbia y, a algo que nos desmorona, como es la corrupción.
¿Qué significa Independencia?
Acá podemos responder libertad, pero, ¿qué es libertad?
Podemos decir ser libres, pero, ¿para qué?
Por definición, podemos decir desaparición de opresión, de yugo, de no querer ser sometido, pero, algo muy importante, no querer someter a nadie.
Es la condición, la situación, la circunstancia de quien no es esclavo, ni sujeto de imposición a deseos de otros.
Aquellos patriotas buscaron la libertad, para poder tomar sus decisiones libremente, sin presiones y así lograr el progreso de la Nación.
Esto se aplica, también, a la provincia, al municipio, en nuestro caso al municipio de Concepción.
La Independencia está plasmada, en algo muy importante, como es la división de los poderes.
No deben ocurrir más, los terribles hechos que atentaron contra la independencia del Concejo Deliberante y, mucho menos, contra la libertad de sus miembros para tomar sus propias decisiones, eso atenta contra los principios de aquellos hombres que dejaron este legado.
Por eso, son bienvenidas las palabras del señor Intendente, en su discurso del 20 de junio pasado, al destacar que la unión hace la fuerza y debemos trabajar unidos. También, dijo que a pesar del ejemplo de nuestros próceres e, incluso, de las enseñanzas del Martin Fierro, reconoció que no se aprendió el mensaje todavía, que no aprendimos a trabajar juntos.
Es bueno darse cuenta, aunque ya pasaron casi 3 años de que inició su gestión, y comprender que no hay otra manera de responder a nuestros vecinos.
Esto, solo puede lograrse respetándonos, a las leyes, las instituciones, la división de poderes, en definitiva, respetar la Constitución Nacional y a nuestro pueblo.
La función del Poder Ejecutivo es administrar y ejecutar, así el Concejo debe legislar y controlar.
Esto, está escrito por ley, las cuales no son una opción, sino, una obligación.
Exigir rendir cuenta, no significa poner palos en la rueda, sino, cumplir con las normas y llevar tranquilidad al vecino, de que las cosas se hacen bien y, sobretodo, salvaguardar la transparencia, por lo que lucharé siempre, aunque sea en soledad.
Como ya lo decía el gran libertador, el General José de San Martín, un solo hombre gritando hace más ruido que mil hombres callando.
Coincidimos que, para crecer, es necesario mirar hacia adelante y ser optimista, pensar en positivo, siempre estoy abierto al diálogo y siempre lo estaré, es mi deber como funcionario.
Aprovecho, la oportunidad, para invitarlos a trabajar juntos por nuestros vecinos de Concepción, ya que no hay otra manera de hacerlo.
Así, resolver temas como la inseguridad, el tránsito, la adicción de nuestros jóvenes a la droga y muchos otros, una lista interminable.
También, vimos los resultados de trabajar juntos, cuando se pidió al Concejo la colaboración en la reglamentación del funcionamiento de la Terminal, que hoy es un hecho.
Por el contrario, no tuvimos la misma predisposición y resultado, cuando el Concejo aprobó la creación del estatuto docente municipal, que aún no fue reglamentado, con el perjuicio que esto ocasiona a nuestros maestros.
Trabajemos juntos, pensando siempre hacia adelante, continuaré impulsando desde el lugar que ocupo, lo necesario para que todo se encamine al único objetivo en común, el bien de los vecinos de nuestra ciudad, es un punto de encuentro que no podemos esquivar.
De este modo, mantendremos viva la antorcha de esperanza, que nos dejaron nuestros grandes próceres y, su luz, guiará nuestro pueblo, invocando siempre la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia.
Para terminar, voy a citar una frase que alentaba y motivaba, al pueblo argentino, en aquella época trascendental; "Compatriotas, seamos libres, lo demás no importa".
